
El blog del hostelero
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Bacalao al perfume de ajos confitados
Ingredientes
1 kg de bacalao grueso cortado en trozos
600 g de tomates frescos maduros
16 cucharadas soperas de mahonesa hecha con aceite de oliva virgen
12 dientes de ajo
½ l de aceite de oliva
Unas cucharadas de harina
Sal
Pimienta blanca molida
Una pizca de azúcar
Preparación
Desalamos el bacalao durante 36 horas, cambiando el agua cada 4 o 5 horas. Escaldamos los tomates para poder pelarlos; les quitamos las semillas y los cortamos en trozos. Se colocan en una cacerola de fondo grueso con unas cuatro cucharadas de aceite y dejamos que se vayan haciendo a fuego lento, hasta que hayan perdido casi todo el líquido, y lo sazonamos con sal, pimienta y una pizca de azúcar.
Confitamos los ajos colocándolos en un recipiente cubiertos con aceite de oliva y cociéndolos a fuego muy lento, sin que apenas lleguen a hervir y a tomar color, durante unos 20 minutos, para que queden muy tiernos. Escurrimos el aceite y los pasamos por un colador muy fino. Colocamos la salsa de tomate en el fondo de una fuente refractaria. Escurrimos los trozos de bacalao, los rebozamos en harina y los freímos en una sartén honda. Los escurrimos sobre papel absorbente y los colocamos sobre la salsa de tomate. Mezclamos la salsa mahonesa, aligerada con un poco de caldo, con la crema de ajos confitados. Cubrimos los trozos de bacalao con una capa ligera de mahonesa y los gratinamos hasta dorar ligeramente la superficie.