
El blog del hostelero
Página en progreso continuamente


Café de pascua
200 ml, de nata
1 pizca de anís molido
6 c, s. de Sambuca (licor a base de anís)
6 c. p. de azúcar moreno
6 tazas de café caliente
Unos 30 granos de café
Monte la nata con el anís molido. Luego, caliente el Sambuca con el azúcar moreno y repártalo entre las tazas. Rellénelas con el café caliente.
Finalmente, añada Una nube de nata en cada taza y decórelas con los granos de café.
Café de florecillas
Así se llamaba el café que se tomaba en Alemania durante la posguerra. Era un café tan flojo que a través de él se podía ver las flores del fondo de la taza de porcelana. Si escoge un café molido demasiado fino, éste puede atascar el filtro y a la vez no entra bien en contacto con el agua. El resultado es un café poco aromático y, paradójicamente, demasiado flojo. El contrario sería el café en el que se ha utilizado demasiado café molido normal. Estaríamos hablando de un café demasiado fuerte.
Con alcohol