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 Cremor tártaro.

Quizá su nombre no es reconocido a la primera, y esto es debido a que no siempre aparece bajo esta denominación. Es más frecuente encontrarlo camuflado bajo el código del aditivo E-336 y científicamente como bitartrato de potasio. En ocasiones el cremor tártaro, E-336, es confundido con el ácido tartárico E-334. Pero el cremor tártaro es una sal ácida que proviene del ácido tartárico al sustituir uno de sus hidrógenos por un potasio. Aunque tienen propiedades similares son dos productos diferentes, como parte de los polvos de hornear suele usarse el ácido tartárico más que el cremor tártaro.

Su formato habitual es en forma de polvo blanco, y es un subproducto de la producción del vino que se sedimenta en el fondo de los barriles donde ha fermentado la uva, pero también está presente de forma natural en muchas plantas.

Pues bien, como aditivo alimentario que es, tiene muchas funciones, pero la más reconocida es combinado con las levaduras químicas o polvos de hornear. El cremor tártaro, combinado con el bicarbonato de sodio, actúa como impulsor cuando entra en contacto con la harina y el agua, haciendo que nuestras masas aumenten su tamaño. No todos los polvos de hornear contienen cremor tártaro, pueden contener ácido tartárico, ácido málico, cítrico e incluso combinaciones de varios ácidos.

El cremor tártaro dentro de la industria culinaria puede utilizarse principalmente por:

 Evita que el azúcar de nuestras mermeladas o caramelos se cristalice. Hace que las claras de huevo no bajen cuando las batimos a punto de nieve.

Además:

Añade cremosidad a los bizcochos y postres.

Conserva el color de las verduras durante su cocción. Es por ello bastante común encontrarlo en el listado de ingredientes de productos como el vino, como corrector de acidez, en conservas, salsas, confituras o sopas deshidratadas.

Dónde comprar cremor tártaro

Ahora que ya sabemos para qué sirve el cremor tártaro y lo importante que es para preparar muchos platos, nos interesa conocer en qué establecimientos podemos adquirirlo.

Lo más habitual es localizarlo en tiendas especializadas en repostería, donde lo venden en tarros de 70-90 gramos para uso doméstico. Como la cantidad necesaria en cada receta es mínima, a veces lo encontraremos también a granel o en bolsitas individuales de 5 gramos, pudiendo comprar la dosis exacta para usar.

El precio de un bote de medida estándar está entre los 5 y los 8 euros, dependiendo del establecimiento donde lo adquiramos y su marca.

En internet también son muchas páginas web las que lo venden.

Como el cremor tártaro es un producto cada vez más demandado, no es extraño que las grandes superficies comerciales ya lo comercialicen, pero no es algo generalizado para el resto de los supermercados.

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